
Esta anécdota viene de una persona que vive en barrio bravo (imagino que candelaria o tepito) el caso es que sus vecinos se dedican a actividades no muy lícitas y a veces pasan a vender lo conseguido, que es mejor comprarles para mantener la fiesta en paz y no decidan que uno “podría donar cosas a la causa”; el caso es que un día le fueron a vender una caja con más o menos una docena de cajitas de pildoritas azules (viagra) esta persona, que sabe bien que ese tipo de cosas no hay que tomárselas si no es necesario, decidió mandárselas a un tío de edad, viudo.
El tío a los pocos meses agradeció profusamente el regalo por medio de una carta.
Dos años después, el tío falleció y el sobrino se enteró que le había dejado todos sus bienes a él (una casita, algo de dinero en el banco y un auto). Quizás sin las pildoritas hubiera vivido más, pero sin duda esos dos años se los pasó muy bien.
4 comentarios:
Hahahaha, yo si el hombre no hubiese sido viudo seguro que de todas maneras la tía lo hubiese heredado lol yo lo hubiera hecho
Haha eso es seguro
Jejejejeeeee
Le sacó provecho a lo poco que le quedaba de vida.
Buen regalo.
Seguro se la pasó de lujo
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