
viernes, 10 de febrero de 2012
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Reflexiones post-pandemia
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2 comentarios:
Anecdota de esta semana, jueves a las 9 de la mañana:
Jefe: Hluot, necesito esto, esto y esto más para antes de las 4 de la tarde.
Hluot: Ok, voy a hacerlo.
11 de la mañana:
Jefe: Hluot, necesito mandar un correo con el diseño del proyecto tal dentro de media haro.
Hluot: no lo tengo y estoy haciendo lo que me pediste a las 9.
Jefe: es que esté correo urge.
Hluot: ok, que no va a estar en media hora.
Jefe: ¿Y qué propones? ¿lo hago yo?
Hluot: pues es una buena opción. Sí puedes hacerlo, adelante.
Jefe: ¡Yo no puedo hacerlo!
Hluot: Entonces ¿para qué lo sugieres?
Jefe: pensé que entenderías la indirecta.
Hluot: las indirectas no cambian la realidad. Tengo tu diseño dentro de una hora y lo anterior antes de las 6 de la tarde.
Jefe: nada más apurate.
Hluot: ok, no voy a perder tiempo.
Esa difícil cuestión de hacerles entender a los jefes que uno solo puede hacer una cosa a la vez; lo más valioso que aprendi laboralmente fue levantar la mira y preguntar con firmeza "y qué voy a dejar de hacer?" cuando no dejan de pedir cosas
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