Hay muchas cosas que puedes hacer después de que te han expulsado de un bar, una de ellas es subirte a un auto y arriesgar la vida de alguien más lo cual es terriblemente estúpido, o puedes hacer lo que hizo un australiano, quien decidió meterse a la brava a un parque de cocodrilos y sentarse en el lomo de uno de ellos, un cocodrilo de 5 metros llamado Fatso, a quien no le hizo nada de gracia el servir de asiento y le dio una terrible mordida en la pierna derecha, desgarrándosela, el tipo salió huyendo y acudió a un hospital en donde la policía le echó el guante.
El personal a cargo de Fatso declaró a la prensa que el fulano tuvo suerte, ya que los cocodrilos de agua salada como Fatso, una vez que atrapan a su presa, ya no la sueltan. Así que estuvo a un poco de volverse un premio Darwin
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2 comentarios:
Bueno, si todos los patanes de este mundo pasaran a ver a Fatso, tendriamos menos problemas.
Secundo la moción
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