viernes, 27 de julio de 2012

Tramitología 3


Mientras esperábamos, no pude evitar que algo llamara mi atención… uno de los funcionarios con una voz bastante fuerte y marcado acento americano estaba regañando, sí, regañando a las personas…

Caso triste número 2
“no señor, usted se la pasa 6 meses en México y 6 en Estados Unidos, usted NO es un visitante casual, usted vive la mitad del tiempo allá, no le puedo dar la visa”
Como 15 minutos discutiendo, el funcionario termina con un “lo siento, es la ley” con una voz que ni lo siente y que mejor uno no pregunte a qué ley se refiere…

Uno a uno vemos como ese funcionario batea a la gente, señores de la tercera edad, familias con hijos, hombres de negocios…

A todos, TODOS, nos empieza a dar miedo, qué digo miedo, pánico de que el monito ese nos toque.
En una de esas volteo hacia donde está el funcionario y hago contacto visual con la señora de junto, una señora de más de 50 años y apariencia cotidiana. Diablos, me comienza a platicar.

Caso triste número 3
“ay, ese señor a nadie le está dando la visa, la vez pasada me atendió uno que hablaba igualito y me rechazó, por que no tengo suficientes lazos acá”
“sí, ojalá y no nos toque”
“la verdad, los demás se ven más buena onda”
Y me cuenta su historia, que ha estado varios años allá, como ilegal con sus hijos, que se regresó y quiere volver de manera legal.
“pero si no lo consigo, me iré de mojada”
Le sonrío con simpatía y le digo que no se eche la sal, que tenga esperanza y que no se ponga nerviosa, llaman al grupo de números que tiene la señora y me pregunto a quien demonios se le ocurre decir eso en la sala de espera. Qué tal si he sido agente encubierto…

Leer, esperar, llaman a mi bloque, nos colocamos según número…

Falta uno, se desocupa la ventanilla del funcionario estricto, pasa el que está frente a mí…

Soy una horrible persona, pero me alegré que no me tocara a mí pasar con él…

El tablero dice que pase a la ventanilla 39, paso, hay alguien, me coloco en el cuadrito de espera y me pongo a leer, con un ojo al gato y otro al garabato.

Finalmente me toca pasar, pongo pasaporte y código de barras, e funcionario es americano y me pregunta nombre, motivo de viaje y le contesto en inglés.

Por los nervios, me salió el acento texano y no el british que tengo 5 años cultivando (qué pena) me pregunta cuanto gano, en qué trabajo, si estoy casada, le digo que sí y agrego que mi marido tiene visa, me pregunta si tengo copia, le entrego pasaporte, lo revisa y lo escanea, me pregunta donde trabaja, cuanto gana y qué puesto tiene, todo esto en inglés, yo preparada para sacar todos los documentos… me dice en español que mi visa está aprobada, sonrío y me despido deseándole un buen día.

Ni 5 minutos duró mi entrevista

No lo dudo, estoy feliz de tener mi visa y no haber pagado en balde… pero me conflictúa un poco que yo llevo todos mis papeles para demostrar que soy una mujer autosuficiente y me acaben dando la visa gracias a mi esposo.

Me sentí en los años 70’s y recordé ese pasaporte donde mi padre es titular y mi madre adicional.

Finalmente tengo que mencionar a los heroicos empleados mexicanos de la embajada, miren que ser la línea frontal que atiende y responde las mismas preguntas a por lo menos unas mil personas diarias no es nada fácil.

4 comentarios:

Özer dijo...

¡Qué viacrucis! Yo renové mi visa hace un par de años, fue caro y engorroso pero no taaaan complicado como ahora. Consejo: aunque creas que no vas a utilizar la visa, renuévala cuando llegue a su fecha de caducidad. Nunca sabes cuándo te va a salir un viajecito (o una necesidad) de sorpresa, y las esperas y los trámites se están haciendo cada vez más largos. Cuando yo la renové, iba también con más documentos de los necesarios, y a la mera hora nomás me preguntó la chica (en español) ¿a qué va a EUA? (a una convención) y ¿cada cuándo va? (más o menos cada año) y voilá, visa autorizada. Ni sueldo, ni lazos, ni nada. Go figure.

Kishiria dijo...

Si, eso es lo que planeo hacer en cuanto este a punto de caducar. Hay que mencionar algo la visa la mandan en días, ya no en un mes y eso si tienes suerte

Hluot Firthunands dijo...

Nunca he tenido visa y la verdad, no se me antoja.

Pero tengo amigos que cuentan cada historia que dan ganas de escribir una novela:

Mujer sin familiares en México, todos en USA ilegales, embarazada de un mexicano y que quiere viajar a USA un mes antes del parto. Le dan la visa y el niño es norteamericano por no se que tramite de allá.

Compañero de trabajo con familia y trabajo estable en México, quiere la visa para un entrenamiento de una empresa gringa que nosotros representamos, se la niegan...

Como decir Obelix de los romanos:

Estos gringos están majaretas.

Kishiria dijo...

A mí tampoco se me antojaba, pero la tengo que sacar por cuestiones de trabajo así que no me quedó más que hacer toda la tramitología.

Por lo que vi, depende de que empleado te atienda.

Lo de las señoras está raro tienen al hijo allá? si ese es el caso, aplica lomismo que en méxico, si nace en el territorio tiene la nacionalidad

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