miércoles, 23 de mayo de 2012

La generación del cállate, siéntate y trabaja


Hablando con un joven conocido de apenas 20 años, que apenas acaba de pasar por la primera semana de su nuevo trabajo (uno de los ninis de los que hablé en un post anterior) me comentaba que se encuentra algo deprimido por que las cosas no están saliendo del todo bien y siente que ha metido la pata por su inexperiencia. Creo que eso nos ha pasado a todos.

Sentirse frustrado es algo muy común en la vida laboral, es casi tan inevitable como odiar el lunes o estar feliz el viernes; por mucho que te guste tu trabajo, por mucho que le sepas, en algún momento te vas a equivocar por el simple y sencillo hecho de que… no somos perfectos y hasta al mejor cazador se le va la liebre.
Todos hemos tenido nuestras metidotas de pata en el trabajo, algunas espectaculares, algunas las hemos podido cubrir, son inevitables, solo un jefe demasiado inflexible e intolerante no entiende este razonamiento.

El caso es que este joven conocido, ya estaba pensando en aventar la toalla, imaginen a tan solo una semana de trabajo.

No es el primer caso, muchos chicos dejan sus trabajos porque no les gustan, porque les aburrieron o porque ya no encuentran reto.

Por más que lo intento, no los entiendo, en serio que no, para mi generación es imposible aventar la toalla así, solo puedes dejar un empleo si tienes algo mejor, por muy difícil o desagradable que sea el actual.

Mi generación era de siéntate, cállate y trabaja. A mí me criaron como baby boomer (mis papás me tuvieron muy tarde, dejen de hacerse chaquetas mentales en cuanto a la edad que tengo), me alcanzó la generación X y soy milenial por adaptación; pero, muy al fondo de todo eso, soy baby boomer, mi generación es estoica.

Bueno también hay un poquito del mátate trabajando de los yuppies…

Mi única preocupación es qué van a hacer los veinteañeros cuando en serio no puedan huir de un trabajo difícil.

Tengo la sensación de que este post ya lo escribí

7 comentarios:

Özer dijo...

Creo que mucho tiene que ver la actitud de los padres de estos jóvenes. Yo tengo algo más de 40 años (uy!) y en mi casa de clase media baja me educaron para que, si no había lana para comprar el juguete, pos no se compraba y ya. ¿Tarjetas de crédito? ¿Qué era eso? Y además, tácitamente se me educó para que, al terminar la escuela buscara de inmediato un trabajo y al trabajar había que aportar a la casa. Sin discusión. He visto padres actuales ahogarse en deudas para hacerle los 15 años-de-sueño para sus hijitas, o para pagarles la universidad privada a los hijos en general, en carreras que dejan a medias "porque lo mío lo mío es diseñar videojuegos". Ahora cosechan los frutos de esa educación, y sufren tanto los padres como los chavos.

Özer dijo...

Abundo más, porque ya me encarreré. Lo anterior redunda en que los chavos tienen una bajísima o nula tolerancia a la frustración y a las llamadas de atención, así que al primer regaño o corrección, lo lógico para ellos es dejar la chamba. Una chamba que de entrada no les llena y no la necesitan para comer, así que ¿cuál puede ser su motivación para conservarla?

hormigon impreso madrid dijo...

Gracias, muy bien explicado,es excelente este sitio un saludo.

Hluot Firthunands dijo...

Conosco a varios chavos que igual, tiran la toalla antes de subir al ring y creo que algo tiene que ver la tecnología:

Ellos se criaron con aparatos "plug and play", los de nosotros eran "plug and pray". Para nosotros jugar atari pasaba por saber electrónica sin tener Google para preguntar, en un entorno sin celular o computadoras. Estamos acostumbrados a hacer que las cosas funcionen, no a conectar solo cables. Además vivimos en un ambiente de transición: de analogo a digital.

No somos de sientate, callate y trabaja, somos de sientate, investiga y trabaja.

Y estoy de acuerdo con Ozer, no tienen tolerancia a la frustración. Yo hasta la disfruto. Y es cierto, no tienen necesidad de trabajar para comer.

Kishiria dijo...

Özer:
a mí me criaron de esa misma manera, comida jamás faltaba, pero lo demás era si había dinero, si lo necesitaba o lo merecía. Si quería mesada la tenía que pedir el primer domingo del mes antes de las 9 de la mañana.
en la escuela tenía que sacar al menos 8, un 7 era inadmisible, al acabar los estudios, igual que en tu caso, era trabajar, nada de estar de NINI, si no funcionabas en la escuela, tenías que trabajar.

Y sí actualmente los padres tratan de darles la mejor educación, tengo una conocida que el papá le pagó la carrera de diseño en una de las universidades más caras de México, ya está por concluir la maestría y la tipita jamás ha trabajado y quiere echarse el doctorado, el papá ya le dijo que más le vale que se consiga empleo, lo veo difícil, ya que está por cumplir los 30 y no tiene nada de experiencia, si me preguntan, es dinero tirado a la basura.

Eso de la tolerancia a la frustración es lo que me enoja, a nosotros nos enseñaban a batallar, nos teníamos que aguantar. creo que todos tuvimos jefes que le metían un susto al miedo y no quedaba más que aguantarse.

Me entristece mucho estos chicos, ya que qué harán cuando no tengan opción para huir y no tengan papás que los mantengan.

Mi pesadilla creo que es ser jefe de chavos con esa mentalidad.

Hluot:
es cierto, están acostumbrados a que todo funciona al conectarse o que alguien más se los deje activados, nosotros teníamos que arreglarnoslas con nuestras uñitas y encima, cubrir las necesidades tecnológicas de nuestros padres (cosas como "ponme la videocasetera para que me grabe mi programa" o "ponme los números de teléfono en el celular y enséñame cómo se usa").

en efecto tuvimos que adecuar nuestras mentes a lo digital y además salir airosos o perder nuestro trabajo. y lo acatamos a la manera a la que nos enseñaron, como tú dices "Siéntate, investiga y trabaja"

Ellos tienen además, otra ventaja, padres extremadamente complacientes; a nosotros eso no nos lo aguantaban ni en sueños.

Hluot Firthunands dijo...

¿De donde sacas que un padre complaciente en una ventaja?

Si los padres entendieran lo que están haciendo con sus hijos, los mandarían a la Legión Extranjera.

Y no te preocupes por ser jefe de algunos de ellos, lo que he visto es que o se alinean o se van y tarde o temprano te llega algún chavo con necesidad de trabajar para comer.

Kishiria dijo...

Hluot
para los chavos baquetones, un padre complaciente es una ventaja, hasta que se tienen que rascar con sus uñas

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