Todos los días es día de algo, algunos reciben mayor difusión que otros y algunos son de nicho, por ejemplo, el día de ayer fue el día del gamer y la bola de fanáticos del videojuego que conforman mis amigos, pedían levantar sus pulgares dislocados, dedos de gatillero y muñecas con síndrome carpal, como por cuestiones familiares (padre que odiaba los videojuegos) yo no tengo ninguna de esas dos cosas, se limitaban a burlarse de mi X Box 320 con procesador y tarjeta de vídeo fundidos 2 veces (larga y triste historia.
Siempre he pensado que son demasiados días dedicados a algo, hay días dedicados al riñon (a promover la donación de...) día de cualquier tipo de profesionista, ad infinitum y sin embargo hay un día que necesariamente debiera instalarse:
El Día de las Sras. (y señores) que venden comida en las esquinas.
No se rían, en serio se lo merecen, estos humildes trabajadores de la industria alimenticia se levantan tempranísimo para llevar sus sagrados alimentos, sean tortas, tacos de canasta, tamales, quesadillas, tacos de guisados etc. a todo lugar importante en el que haya oficinas, paraderos etc. para satisfacer las necesidades de la clase proletaria, que por lo general sale de su casa sin nada en el estómago y que si no fuera por estos heroicos trabajadores, se desmayaría antes de llegar al trabajo. A la hora de la comida cambia el turno y vemos a los que venden alimentos más sólidos, taqueros, quesadilleras, torteros, mismos que alimentan a quienes no se pueden dar el lujo de una fonda o restaurante o quienes de plano ni tiempo tienen de sentarse a comer. En la noche, la división tamalera, elotera y taquera toma las calles y provee a quienes no tienen ni ganas ni tiempo de preparar algo para cenar.
Por ejemplo yo trabajo en una avenida importante allá por Santa Fe, no hay un solo restaurante o fonda cercano o accesible (tanto para llegar como por el precio), ahí las señoras de los guisaditos y quesadillas hacen su agosto y alimentan a oficinistas, personal de intendencia y trabajadores de la construcción por igual. Se trata de una relación simbiótica que alimenta a la fuerza de trabajo de esos lares.
Bueno, ya, creo que ya debrayé bastante, pero ¿a poco no se merecen su día?
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2 comentarios:
Sí, si se merecen su dia. Pero mas vale que sea en domingo, como el día del padre, porque si a alguien se le ocurre decir que es el 5 de septiembre, te quedas sin comer el proximo lunes.
muy cierto, no había pensado en eso... lo peor es que ya tenemos una referencia... cuando la influenza que cerraron puestos callejeros y restaurantes... casi me muero de hambre
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