martes, 18 de enero de 2011

Él dice, ella dice

A estas alturas la situación del cantante/músico/whatever Kalimba se ha convertido en uno de los tópicos más importantes a nivel nacional, sobrepasando a lo de Susana Chavez o Marisela Escobedo.

La situación trascendió de esta manera, una denuncia de un par de menores de edad acusaba al mencionado cantante de haberlas embriagado y violado posteriormente. Las chicas habían sido contratadas como edecanes para un evento que atendió el cantante, y fueron invitadas por este a la after party, trasladándose a la habitación del hotel de Kalimba como a las 6 de la mañana, ahí, fueron embriagadas por el cantante y sus asistentes y después este abusó de ellas.

El escándalo estallo y el artista fue víctima de un auténtico linchamiento por la opinión pública y los medios; desde luego no faltaron voces que abogaban por el cantante y se atrevían a sugerir que podría ser un ardid de las chicas y de los padres de estas, pero el cantante fue linchado sin más miramientos, incluso en una entrevista por demás denigrante con Loret de Mola, que jamás será confundido como un periodista muy ético.

Hoy aparecieron nuevas evidencias, con testigos, de que la relación fue consensual y que las chicas no estaban ebrias, una de ellas Daiana, que además de aparecer en la portada de una conocida revista de farándula contando SU versión, fue puesta en evidencia como mentirosa.

Lo interesante de este caso es como empezaron a saltar los prejuicios hacia todos lados, los que antes de conocer las circunstancias calificaban a kalimba como violador y depredador, los chistes estuvieron a la orden del día. A la chica, desde luego, de mentirosa no la bajaron y no habían pasado ni dos segundos cuando la comenzaron a llamar “puta”.

Es interesante como la opinión pública hace su juicio y poco le importan las evidencias, Kalimba, como todo sospechoso tiene derecho a probar su inocencia o no inocencia y la chica, tiene derecho a una averiguación y si los padres formulan cargos, el cantante podía ser acusado de estupro. Quizás la chica sea mentirosa… pero ¿puta? Sin duda no, y ahora esa etiqueta no se la quitará jamás.

A fin de cuentas es una cuestión de prejuicios

2 comentarios:

Hluot Firthunands dijo...

Cualquier cosa es buena para olvidar los asuntos importantes del pais o del mundo.

Si hubo violación o siquiera relación sexual es lo de menos.

En este caso no importa a donde pare el asunto, ni los politicos, ni las policias, ni el ejercito saldran dañados por una investigación.

Eso no sucede con los casos de las activistas muertas, ahí no habia que rascar mucho para empezar a sacarle pus a nuestros gobernantes.

Kishiria dijo...

Triste pero cierto Hluot.

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