lunes, 2 de agosto de 2010

Equidad en el matrimonio

Se dice fácil, pero la prueba de fuego que la equidad de sexos en el matrimonio enfrenta la prueba de ácido cuando llegamos al área de las labores domésticas: a nadie le gusta hacerlas, hasta a los obsesivos compulsivos de la limpieza, ya que los quehaceres son solo un medio para llegar al fin.

El esquema tradicional es justo: el hombre salía a cazar y la mujer se encargaba de la cueva, y tal esquema siguió hasta la segunda guerra mundial, donde a causa de la guerra la mujer tuvo que incursionar en las áreas laborales masculinas; lo que causaría una cierta inquietud que estallaría en los 60’s y la liberación femenina.

La formula tradicional de esposo proveedor y ama de casa dedicada enteramente al hogar se vería alterada con la incursión de la mujer en el medio laboral, una evolución muy simple que trastocaría para siempre a los dos sexos: para empezar, redefiniría quien de los dos provee la mayor parte, ya que con ello también va la autoridad en casa (recordemos que quien da el dinero manda) y junto a ello va esa minucia de las labores domésticas.

Actualmente podemos encontrar las siguientes variantes:

1.- Pareja tradicional
Él hombre es el único proveedor y la mujer es ama de casa, en ese papel, ella hace los quehaceres
2.- Pareja moderna equitativa
Los dos trabajan para completar los gastos de la casa y sus sueldos son similares, tengan niños o no. En teoría las labores debieran ser equitativas.
3.- Pareja moderna dispareja
Uno gana más que el otro, sea él o ella, uno es el proveedor principal y el otro el secundario, en teoría las labores debieran estar distribuidas en porcentajes similares.
4.- Pareja tradicional inversa
La mujer es la única proveedora y el hombre tiene el papel de amo de casa, o se dedica a alguna actividad no convencional, por ejemplo arte, cuyos ingresos no son frecuentes ni confiables.

El problema es que los roles masculinos y femeninos que son cultivados y tienen un cierto grado de atavismo, la gran mayoría de las mujeres aunque trabajen, se sentirán apenadas si su casa está sucia y los hombres no se sentirán confortables si no pueden cumplir el rol del proveedor debidamente. Por lo que el grueso de las labores domésticas suelen caer en la mujer en un gran número de casos; eso nos lleva a un tipo muy especial de patán: el que da la mitad del gasto y espera los privilegios de proveedor total; un resabio del machismo aún muy común.

8 comentarios:

Maleficent dijo...

Los quehaceres domésticos no son muy divertidos, pero todo es cuestión de acuerdos, aquí mi tip para quien le sirva acuerdos del tipo de yo hago cafe y tu lavas la cafetera raramente sirven ¿porque? porque que tal si quiero hacer cafe de nuevo y no ha podido el otro lavar la cafetera? mejor es escoger areas completas como yo me hago cargo de toda la cocina pero tu mantienes limpia la sala

Kishiria dijo...

muy buen consejo, pero y si el fulano no quiere levantar ni su ropa que deja tirada por el piso?

Audiostranger dijo...

Uchala, un fulano que no recoge su ropa tendría que regresar con la madre que lo volvió así.

Acá el caso era como de pareja moderna, sueldos exactamente iguales. Pero a la hora de los dineros resulta que estaba yo mejor entrenada que él para hacer rendir el dinero y eso te deja con la sensación de que siempre aportas más.

Por eso ahora somos noviecitos nuevamente, vivo sola y me sabe mucho mejor.

Claro, está la contraparte donde te cuestionas si no será temor al comprpomiso o falta de capacidad de compartir.

=/

Kishiria dijo...

Y si, es sorprendente como las mamás arruinan a los hijos, dejándoles un camino muy pedregoso a las pobres novias o esposas de ellos.

Creo que la liberación femenina nos puso un problema a ambos géneros, nos sacó de los moldes y hubo que improvisar.

el que una mitad de la pareja sea bien administrada y la otra sea botarate también es muy importante para la convivencia de la pareja, como nos dice este post de Blog y lana
http://www.blogylana.com/tratando-de-ser-frugal-con-un-mardio-que-%C2%A1no-lo-es/

y si, en ocasiones nos quedamos con la idea de que pagamos más, hacemos más quehacer y estamos en 1000 cosas al mismo tiempo ¡maldito síndrome de superniñas!

Audiostranger dijo...

Bien lo has dicho, síndrome de super niñas. No quiero sonar sexista pero si estamos entrenadas en el multitask eterno y la mayoría de los hombres viven en un mundo monotask.

Qué hacer?

Kishiria dijo...

Dejar de ser multitask

Hluot Firthunands dijo...

Pues no se como se vé con cromosomas XX, pero a algunos XY nos parece que aquí aplica aquello de "el valiente vive hasta que el cobarde quiere".

Si quieren tener una pareja que comparta responsabilidades busquenla y si la actual no es tal pareja, cambien.

Kishiria dijo...

El problema es que muchas mujeres es tal el temor que tienen de quedarse solas que aguantan eso y más... claro, no pierden ocasion de quejarse

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