Desde el punto de vista de la autoridad moral, los cristianos no podemos criticar a los musulmanes, pues se trata de una religión joven, con apenas 14 siglos de existencia, cuando el catolicismo tenía su edad, quemaban y torturaban gente por medio de la Inquisición y obligaba a una buena porción de mujeres a portar algo que les cubriera la cabeza y estas no eran libres, pues sus padres o parientes varones decidían por ellas.
Personalmente, me horrorizan las cosas que hace la religión musulmana hoy en día, que aunque se sirve de la tecnología y la información y sigue apegada a sus costumbres, lo cual puede considerarse algo hipócrita. Según el Corán, se recomendaba a las mujeres usar el velo para que los extranjeros supieran cual era su religión y que no se les faltara al respeto, que los extremistas islámicos lo interpreten como “sepulta a la mujer bajo toneladas de tela” es otra cosa.
La Sharia ha sido puesta bajo reflectores y criticada como la práctica barbárica que es, en especial en lo que se refiere a la pena contra los adúlteros (que también se le menciona en la biblia) o el consumo de alcohol o usar pantalones.
Un país asiático, Indonesia, cuya población es en un 86% musulmana, está por aprobar una ley que autoriza la pena capital por medio de Lapidación (apedreamiento) a los adúlteros y 100 latigazos en publico a quienes tengan relaciones sexuales antes del matrimonio, llevándose entre las patas al 16% de la población que no es musulmana, lo que implica el primer paso para la Sharia en ese país.
Además del espinoso asunto de las minorías, hay una cuestión por demás interesante: Indonesia, junto con Tailandia (4.6% musulmana) y Malasia (60% musulmana) forman el triangulo dorado del pacífico, por la cantidad de comercio sexual que existe, se encuentran en los primeros 5 lugares como paraísos sexuales donde se puede conseguir cualquier cosa, por la cantidad correcta de dinero.
La prostitución en estos lugares es un asunto en el que la pía y devota sociedad musulmana se hace, hipócrita y convenientemente, de la vista gorda, pues una enorme cantidad del producto interno bruto proviene del comercio carnal; sin embargo estas nuevas leyes nos hacen preguntar: ¿qué sucederá con las prostitutas? La gran mayoría de ellas son vendidas o dadas como garantía de pago a los traficantes por sus muy musulmanes padres y explotadas en contra de su voluntad en condiciones inhumanas.
Es interesante considerar que pasará con estas pobres chicas con la nueva ley... ¿se creará una división entre mujeres musulmanas y prostitutas? ¿se lapidará a las chicas cuando terminen su vida útil?
Es aterrador ¿no lo creen?
lunes, 14 de septiembre de 2009
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4 comentarios:
indudablemente lo segudo
eso es lo más triste
Aterrador. Vaya, me he quedado sin palabras...
en verdad es aterrador, la ley fue aprobada por unanimidad
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