miércoles, 23 de septiembre de 2009

Agresiones a los tesoros culturales

El vandalismo en las paredes y puertas es algo muy desagradable, pero cuando se lleva a cabo en piezas arquelógicas es algo imperdonable, recordarán por ejemplo el caso de las cabezas olmeca vandalizadas o del ebrio que estacionó su auto en el templo mayor.

En el más reciente caso, las dañadas por los vandalos fueron las pinturas ruprestres de Cataviña, en Baja california, mismas que tienen distintas edades siendo las más recientes de unos 10 siglos. los mencionados vándalos decidieron grafitear las mencionadas pinturas, que ahora están siendo restauradas por expertos del INAH, aunque desde luego sanar el daño causado por una pintura de spray no es fácil ni barato.

Ojalá y atrapen a esos vándalos y les den su merecido

2 comentarios:

Hluot Firthunands dijo...

Pues si, idiotas que abusan de la libertad siempre existiran.

En Egipto tienen pleito jurado con turistas nacionales y extranjeros porque no falta el que agarra la Esfinge para declarar amor eterno a la pareja.

Kishiria dijo...

lo triste es que hay de afrentas a afrentas, y hay cosas que hasta por sentido comun, no se hacen

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