La mula no era arisca...

¿Recuerdan la colaboración de Mr. H acerca de como caza un patán? el dia de hoy nos comparte esta opinion acerca de como el daño que puede causarnos un patán o patana nos puede transformar. Esperamos tener mas colaboraciones de su parte.

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LA MULA NO ERA ARISCA
Por: Mr. H

Hasta ahora, muchas de nuestras amigas han mencionado que es imposible hacer cambiar a alguien. Eso es cierto, parcialmente, pues lo difícil es hacer que alguien lo haga para bien, pues para mal, es lo más sencillo del mundo. En esta ocasión, me gustaría hablar de los patanes – y patanas – que se hacen, y los motivos por los que esto pasa.

En un post anterior, se habla de las personas que son demasiado buena gente, y que por ello acaban lastimados muy seriamente. Para la gran mayoría, aunque es un golpe fuerte, le permite aprender a ser más cautos, pero para otros, significa un cambio radical.

En algunos casos, es posible que el individuo en cuestión no busque quien se la hizo, sino quien se la pague. Usualmente, esperan hacerle a alguien más lo mismo que les hicieron, y se convierten en patanes a su vez. Y es una venganza vacía, a fin de cuentas, pero para muchos, es lo único que les queda.

En otros casos, que podríamos llamar “Los Motivos del Lobo”, la cuestión viene por hartazgo. Tras de que en varias ocasiones descubren que las personas nobles se llevan los peores golpes, y los patanes salen sin rasguños, es muy común que decidan pasarse al “bando ganador”, para no seguir siendo las víctimas. Estos vienen siendo patanes y patanas pasivos, que no buscan a quienes hacer la vida imposible, pero si alguien se les acerca, seguramente les harán ver su suerte.

Pero cuidado, no estoy con eso llamando a que se les tenga lástima o consideración. Por el motivo que queramos, pero están tomando decisiones incorrectas, y eso no los exonera de ninguna forma. Por otro lado, no todos llegan a esta situación desengañados. Son muchos los casos en que, desde el primer momento, son unas hijas o hijos de su madre, y no podemos dar ninguna explicación a su conducta.

Pero una de las cosas más alarmantes, es el círculo vicioso que se genera: Una patana puede convertir a un buen hombre en un patán, que a su vez eventualmente encontrará a una buena chica, a la que convertirá, y... bueno, ustedes sabrán.