Que daño nos han hecho los cuentos de hadas.

"Que daño nos ha hecho los cuentos de hadas."
Esa es una frase de una de mis hermanas mayores.

A veces pienso en el sentido que tienen estas palabras y pienso en esos momentos en los que nos gusta jugar a ser débiles damiselas en desgracia en busca del apuesto caballero que venga a rescatarnos de nuestros predicamentos. Esta imagen de la mujer débil y sumisa (que mas bien se convierte en su - mensa) y que nos venden como la ideal, es lo que muchas veces termina generándonos esa imagen insegura de nosotras mismas. Esto me hace preguntarme si realmente sabemos lo que queremos de nuestra propia imagen y de nuestra relación con nuestra pareja.

Analicemos un poco esta imagen de la victima de si misma:

Las cosas que siempre van con ella:
-siempre necesita un papel protagónico en una historia
-siempre se aprovechan de ella y de su buena voluntad
-siempre los culpables son los demás de sus desventuras
-siempre tiene que venir alguien a arreglarle el numerito por que no sabe como hacerlo por su propia mano.
-siempre es mejor que las demás, por eso es la protagonista de la historia
-siempre y digo SIEMPRE sufre mas que los demás y nunca van a poder entender lo que ella
siente por que solo ella es capaz de sentir ese dolor.
-siempre sale venturosa así tenga que llevarse a mas de uno entre las patas
y por ultimo, si se acaba el drama, siempre necesita uno nuevo. De otra manera no puede ser protagonista.

Las cosas que nunca van con ella:
-nunca tiene la culpa
-nunca la entienden del todo
-nunca la respetan como deberían
-nunca puede hacer las cosas por si misma
-nunca queda mal aunque haga atrocidad y media. Total, es la victima y esta en su derecho de hacer esas cosas sin quedar mal. Solo se defiende de la mala voluntad de otros.

¿En verdad queremos ser victimas y protagonizar "La telenovela de nuestra vida"? bueno, a lo mejor le da a cada quien esta idea de que puede contar cosas "interesantes" y darle un pequeño propósito a su pequeña y aburrida vida.

¿Por qué no dejamos al patán que nos engaña? ¿Por qué no dejamos al patán que nos golpea? ¿Por qué no dejamos al patán que solo nos ve como una linda aventurilla sexual? ¿Por qué dejamos que nos conviertan en objetos de exhibición u objetos meramente utilitarios para labores domesticas? ¿Es qué nacimos para ser victimas o solo es el miedo que le tenemos a la vida y a la soledad?

Me impresiona saber que tengo tantas preguntas a las que me gustaría tener respuesta.

Regresemos a la referencia de los cuentos de hadas. Se dice que estos ayudan a los padres a enseñarles valores de interacción social a los niños y que se pueden enseñar valiosas moralejas con ellos. Pensémoslo un poco. La mayor parte de las protagonistas de los cuentos de hadas son mujeres que se someten, sufre, sufren y sufre y que esperan a que los demás decidan por ellas y terminen rescatándolas.

Kishiria me recordó a la princesa Fiona de Shrek. Linda, dulce y desesperada por que se apareciera el príncipe. ¿Alguien recuerda quien llega a rescatarla? pues... un ogro verde. Es interesante pensar en eso de esperar que nos rescaten y quien será quien finalmente nos rescate.

Si nosotras no somos capaces de rescatarnos a nosotras mismas, entonces habrá que atenerse a las consecuencias que ello implique.

Para terminar, me gustaría agregar el link al blog de un amigo que esta escribiendo algunas cosas muy interesantes sobre el arte de no ser un patán. Les recomiendo ampliamente visitarlo y bueno, este es el link al post que me interesa para rematar estas líneas.
http://deromace.blogspot.com/2008/09/de-sapos-y-princesas.html

Por: LADY ARCIOPREA