Antes, cuando éramos niños, si nos peleábamos con los amigos, hacíamos faramaya y decíamos "Córtalas" lo cual era una declaración de término de amistad, irrevocable y para siempre o hasta el siguiente recreo; no era más que un desfogue a consecuencia de algún malentendido o discusión perfectamente natural entre amigos.
Los noviazgos eran algo por el estilo, no hay tal cosa como un rompimiento amistoso, por lo general terminaba en gritos o sombrerazos, o en la ex pareja sin dirigirse la palabra y alejándose de los amigos en común y en los eventos sociales en los que pudieran coincidir; después de eso iniciaba una interesante labor de inteligencia, en la que los amigos eran enviados a espiar al ex e informar sus pormenores, datos importantes eran: ¿ya anda con alguien? ¿Cómo le va? ¿Sigue sufriendo por mí? y todo tipo de preguntas para reafirmarse. Con el tiempo, mucho tiempo, las cosas medio volvían a la normalidad y si coincidían se gruñían o se ignoraban.
Recientemente, creí presenciar una verdadera evolución en este aspecto, noviazgo termina, implicados publican sus respectivas situaciones en el facebook, el otro, diplomáticamente pone su "like" en el comentario y ahí queda, muy civil, muy tranquilo; pues la charada duró como 15 días antes de que empezaran el viejo concurso de los picones, los comentarios y las jaladitas, después llegó el unfollow, el "ya no es tu amigo" y siguieron más jaladitas, finalmente, la proverbial gota derramó el vaso y ya se gruñen y se evitan.
Todo eso dos meses y medio después. Saquen ustedes sus conclusiones.
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2 comentarios:
Conclusión:
Instinto mata Facebook.
A final de cuentas, la dichosa red hizo mucho del trabajo de los amigos mutuos pero no cambió nada.
Exactamente, a fin de cuentas solo retrasaron el proceso natural
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