jueves, 7 de agosto de 2014

El culto a la vanidad

En lo personal eso de los selfies me da de flojera a lástima (aunque mi opinión no cuenta, me choca que me tomen fotos), pero para muchos es su obsesión y pareciera que su único placer en la vida.

Les pongo un video cómico sobre esta tendencia, me hizo reír bastante

2 comentarios:

Hluot Firthunands dijo...

Confieso ante Ustedes hermanos, que he pecado...

Eso de empezar a caminar a las 4 de la madrugada para encumbrar a las 10 para tomar las mejores fotos de amaneceres desde lo alto de las montañas y no salir en la foto porque nadie más aguantó la caminata o no quisieron levantarse... ESA es una mentada.

Así que confieso, me he tomado cuatro series de selfies: Nauhcampatépētl, Citlaltépetl, Matlacuéyatl e Iztaccíhuatl. Y no me arrepiento de ninguna. Nunca las he hecho publicas y no tengo intenciones de hacerlo. Y pienso seguir haciéndolo.

Fuera de esas particulares circunstancias, tomarse selfies y compartirlas es parte de una patología que requiere atención psiquiátrica.

Kishiria dijo...

bueno una cosa es una selfie que implica un logro, como en tu caso y otras, las selfies como en este video, ya patológicas

Reflexiones post-pandemia

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