“acabo de aventar a un ciclista, yo tengo derecho de paso y
ellos no pagan impuestos de caminos #malditosciclistas “
La que subió esto a twitter tenía su cuenta con su nombre y
apellido (Emma Way) y recibió un tweet de la policía local que decía “le
sugerimos que se reporte a la estación de policía ASAP y nos envíe un DM” no
solo eso el ciclista también vio su tweet y le respondió “hola! Yo fui al que
golpeaste y para tu información soy muy resistente para que me lastime tu
miserable micra o lo que sea que conducías”
El afectado no planeaba reportar el incidente (el golpear y
salir corriendo es penadísimo allá) pero al ver el tweet cambió sus planes.
Peor aún la compañía para la que ella trabaja ya liberó un
comunicado oficial en el que se deslindan por completo de su actitud y se
comprometen a colaborar con las investigaciones policiacas y a evaluar a su
empleada.
La señorita Way ahora está en una situación muy delicada,
puede perder no solo su empleon sino hasta su libertad por algo que dice “fue
una tontería que escribió en el momento” y que “ella apoya y simpatiza con los
ciclistas” #ayaja.
Moraleja: si van a hacer cosas malas y alardear de ellas, no
pongan su nombre real en las redes sociales.
4 comentarios:
Señorita wey.
Perfecto ejemplo de la autoaplicación de la retribución moral de las acciones. O más sencillo: Karma is a bitch.
Y solita se buscó su castigo
Al contrario, la moraleja debe de ser:
Si ves a un estúpido pasándose de lanza, es necesario motivarlo a que confiese en las redes sociales.
eso también podría funcionar
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