martes, 8 de junio de 2010

16 toneladas

El trabajo en las minas siempre es y ha sido infernal, siendo el infierno más terrible el de las minas de carbón, los relatos son aterradores: pulmones ennegrecidos, artritis incapacitante y los mineros no llegaban a viejos.

Las jornadas de trabajo eran terribles, de 14 a 18 horas y solo se pagaba el trabajo por el que se sacaba material, las labores de limpieza y sacar agua de las minas eran obligatorias pero no remuneradas, además los obreros tenían que comprar sus viveres en la tienda de raya o “Company Store”, los mineros fueron los primeros obreros que organizaron en contra de su situación laboral y crearon sindicatos, poniendose en pié de lucha contra los patrones y llegando a los enfrentamientos y sufriendo represión muy sangrienta.

Gracias a los esfuerzos de los mineros ingleses y norteamericanos se puso en marcha un movimiento social que obligaría a las compañías a otorgar mejores condiciones de trabajo, en México (Cananea 1906) fue uno de los factores que llevaron al movimiento armado de 1910.

Desde la década de los 60’s hasta el final de los 80’s los trabajadores mineros en fueron la mayor elite obrera de México, seguida por los ferrocarrileros y los trabajadores del IMSS, gozaban del más alto sueldo y prestaciones, que compensaban las durísimas condiciones de trabajo que enfrentan.

Eso no quita que el trabajo en las minas sea un horror comparable a la muerte en vida, un trabajo que ninguno de nosotros hemos tenido que sufrir, el tristemente célebre Napito, líder del sindicato Minero, jamás ha pisado el interior de la mina y sus malos manejos llevaron a que de ser los obreros mejor pagados del país, a ganar apenas un poquito más del mínimo y prestaciones básicas, parte culpa de Grupo México y gran culpa de Napito, que no supo como defender a sus agremiados de la voracidad patronal ... o quizás no qui$$o.

El desastre de Pasta de Conchos nos mostró como la situación de los mineros se había revertido a casi la del siglo pasado, en cuanto a condiciones de salario e inseguridad. Acto seguido el sindicato fue investigado y Napito salió por patas rumbo a Canadá, desde donde ha movido a sus fuerzas políticas y a la carne de cañón, los mineros del sindicato.

En esta situación estalló la huelga en las minas de Cananea, que lleva ya 3 años de paro con un costo tan grande que ha influido negativamente en el PIB (Producto Interno Bruto), poner a trabajar la mina costará unos 100 millones de dólares, para reparar la maquinaria que se ha dañado por el abandono y la falta de mantenimiento, si es que no hubo sabotaje o vandalismo. Para suplir la demanda de cobre, Grupo México tuvo que sobreexplotar otras minas en México y usar minas en Perú, lo que nos da por resultado que ese dinero no llegó a México. La situación también afectó económicamente al pueblo de Cananea, que depende de las actividades mineras. La huelga fue declarada ilegal en 2007, al incurrir los obreros huelguistas en actos de violencia, bajo instrucciones y acicateo de Napito y no poca provocación de las fuerzas federales.

En la noche del domingo 6 al lunes 7, las fuerzas federales tomaron las instalaciones de las minas a la manera como ha sido todo en este sexenio: con las patas, dando lugar a mucho cotilleo social y político, en donde los mineros nuevamente son la carne de cañón de las fuerzas políticas y de sus líderes sin escrúpulos.

A final de cuentas, quienes pierden, serán ellos, los mineros, a quienes dedico la siguiente canción:

16 Tons de Merle Travis, interpretada por Tenesse Ernie Ford

4 comentarios:

Hluot Firthunands dijo...

No me gusta la retórica de "1810, 1910, 2010" pero las condiciones sociales que dieron pie a la Revolución se estan repitiendo como copia fotostatica.

Hasta los discursos triunfalistas de Porfirio Díaz y el ahigasido se parecen.

Kishiria dijo...

Me cae que la presidencia tiene que cambiar de copy y de analista de marketing, para que no se vea tan feo.

Özer dijo...

Ahora, lo que yo no entiendo, ¿por qué si los agremiados de los sindicatos se sienten y ESTÁN jodidos, siguen apoyando a los "líderes??? Yo digo que en los trabajadores de hasta abajo está el poder de deshacerse de esos corruptos y tener una real representación. Pero creo que se vuelven adictos a la jodidez (pardon my french). Tengo amigas que son maestras de escuelas oficiales, y a pesar de que se quejan de sus líderes sindicales y trabajas horas y horas para sacar el sueldito (dividido en 6 cheques por quincena) están con-ven-ci-das que las maestras de escuelas particulares ganan menos y trabajan más. Creo que los sindicatos le ponen algo al agua que beben sus agremiados...

Kishiria dijo...

Özer:
Lavado cerebral con lejía y sosa caústica, no me lo explico de otra manera

Reflexiones post-pandemia

Uno quiere vivir hechos históricos pero no de este tipo. Nos encontramos en medio de una pandemia que se veía venir, pero como, siempre, se ...