A veces es fácil aguantarse los enojos, pero a veces guardamos y guardamos la ira hasta que en un momento dado no podemos hacer más que estallar. Es como una olla de presión; se calienta, guarda presión, se calienta, la presión aumenta y cuando ya se calentó de más, explota y todo lo que tiene dentro se desborda, si hay alguien cerca termina gravemente quemado y hay veces en las que las tapas quedan incrustadas en el techo de la cocina. Suena como una situación peligrosa y si, lo es…
Hay una frase conocida como el paradigma de Aristóteles que dice “Cualquiera puede ponerse furioso… eso es fácil. Pero estar furioso con la persona correcta, en la intensidad correcta, en el momento correcto, y de la forma correcta… eso no es fácil”. En lo personal me parece que tiene un encanto casi sobrenatural esta frase.
¿En la mitad de un pleito quien queda como patán victimario y quien como victima? Pensemos un poco… ¿el que se mantiene con la cabeza fría aunque diga una sarta de atrocidades terribles con la calma de un monje o el que empieza a gritar y lanzar cosas en contra de su oponente quien lo ofende? Viéndolo desde dentro del pleito, el que comienza a gritar es por que ya le colmaron el plato, viéndolo desde fuera, el que grita y lanza es un peligro latente del que hay que mantenerse lejos. Es una persona de una gran inestabilidad emocional y como la parte atacante parece estar en tanta calma, hasta parece que le hace un favor al personaje furioso. “El que se enoja pierde” e independientemente de que pierda el pleito, pierde imagen ante si mismo y ante los demás que bueno… en lo personal soy enemiga de vivir de la imagen ante los demás pero es de esas cosas que son parte de la vida nos guste o no… como seres humanos somos criaturas que vivimos en grupos sociales en los que nos gusta mantener ciertos peligros alejados de nosotros. Quedas ante ti mismo y los demas ocmo una bomba de tiempo que no saben cuando explotará, te enojas y empeizas a escuchar ese tic tac...
Es difícil controlar y contener la ira y dejarla salir cuando es el momento adecuado. Se debe liberar, no puede uno permanecer guardándola y guardándola por siempre y hay que estar concientes de que no es malo enojarse pero hay que hacerlo de la manera adecuada. Tenemos que ser capaces de liberar la ira para nuestro beneficio, no para ponernos a merced del agresor.
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3 comentarios:
muy buen post, en lo personal los peores son los que te sonrien y te dicen algo precedido por estas frases:
"como amiga te digo que..."
"te digo esto por que te aprecio"
"te lo digo por tu bien"
esas frases preceden los peores golpazos emocionales
hay una serie de frases que bueno.....
KKAABBOOMMMM
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