La ingratitud de los clientes no tiene límites, este caso es de una de esas relaciones de trabajo freelance que terminan muy feo, con un cliente latoso y un freelancero explotado y mal pagado. cual no sería la sorpresa del freelancero cuando recibió un correo buena ondita del cliente deseándole lo mejor y diciéndole que era una gran persona y la siguiente post data:
"PD me puedes pasar la clave para entrar al sitio que tú compraste para montar el material?"
El mencionado sitio lo compró el freelancero de su propio dinero, ya que el cliente jamás lo quiso pagar y era necesario para hacer el trabajo.
desde luego nuestro freelancero sigue sin responder el correo.
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2 comentarios:
Huyyy, ese es un récord de descaro.
se pasaron la verdad, ese tipo de peticiones ni valen la pena contestar
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