viernes, 14 de enero de 2011

Muestrario pataneril

Este caso viene de Japón, un hombre fue arrestado por golpear al hijo de su novia, de 2 años y fracturarle las piernas; no es la primera vez que el tipo se encontraba en problemas por abuso familiar, ya tenía un antecedente en 2009.

El fulano, Masahiro Imoto de 26, desempleado, conoció a su novia por medio de un servicio de juegos en línea mediante aparatos telefónicos y a los pocos meses se mudó con ella y sus hijos, un niño de 2 y una niña de 5, en junio de 2009, un vecino reportó abuso infantil y los niños fueron llevados a la oficina de asuntos infantiles; Imoto convenció a las autoridades de devolverle a los niños, en Junio de este año, un oficial de la mencionada oficina, mientras hacía la visita de revisión, se enteró gracias a la niña que el bebé había sufrido fracturas en las piernas que habían tardado 2 meses en sanar. Al ser cuestionado, el fulano aceptó que como castigo por que el niño no dijo "gracias" al servírsele la comida, lo había llevado a la sala, en donde le pateó las dos rodillas obligándolo a doblarse y su cabeza golpeó contra la pared.

La revisión médica del niño mostró moretones anteriores, lo que sugiere abuso físico contínuo.

Lo que me pregunto es como la madre de los niños, además de mantener al fulano, soportaba que agrediera a sus hijos... desafortunadamente es un caso muy común, de madres que prefieren a la pareja por sobre los hijos.

Una amiga abogada me comentó que recién graduada, buscó dedicarse a cuestiones familiares, en su primer caso, el de una madre que acusaba a su esposo y padre de sus hijos de abuso físico y sexual sobre ellos, ya después de haber comprobado de manera fehaciente el mismo y a punto de recibir la resolución que le concedería la patria potestad de los hijos, la señora le indicó que echara para atrás el caso, ¿la razón? "es que ya nos reconciliamos", mi amiga, decidió dedicarse al derecho corporativo después de eso.

2 comentarios:

Hluot Firthunands dijo...

Duele decirlo, pero la violencia es cuestion de dos, la victima y el victimario.

Que bueno que tu amiga se cambio de área. Yo hubiera agarrado a golpes a esa mujer.

Kishiria dijo...

Exactamente, como dice el dicho el valiente vive hasta que el cobarde quiere.

y creo que yo hubiera hecho lo mismo, volvamos a lo mismo, si a ella le gustan los cates, pues allá ella, pero si no le importa que lastimen a sus hijos, no merece tenerlos

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