sábado, 16 de octubre de 2010

Se supone que solo era una fiestecita

Esto sucedió en el acaudalado vecindario de Boca Ratón en Florida, una pareja de millonarios se fue a dormir a sus aposentos, sus hijos, les habían pedido permiso para hacer una "fiestecita" con los amigos; súbitamente, a altas horas de la madrugada, los despertó la policía.

Resulta que los asistentes a la fiesta llegaron en 4 autobuses y eran más de 600, todos ellos de 16 años más o menos y se pusieron una borrachera de albañil en quincena al grado que algunos repartieron lo ingerido en todo el jardín y otros, de plano se quedaron a dormir la mona en cualquier parte; la música, desde luego estaba a todo lo que daba.

Los dos millonarios, ya de edad avanzada explicaron que no se imaginaban que su hijo iba a hacer una fiesta de esas proporciones y que de ninguna manera suministraron las bebidas, ya que los invitados fueron quienes las llevaron.

Imagino que el hijo de la pareja quedó castigado por lo menos hasta que cumpla los 30.

La nota aquí

2 comentarios:

Hluot Firthunands dijo...

Si el hijo es menor de edad, alegar ignorancia no ayuda. Los padres son responsables por los actos del heredero.

La verdad, dudo que lo castiguen. O tal vez sea una de esos castigos donde lo mandan al cuerto "y que salga hasta que recapacite". Considerando esos cuartos equipados con estereo, videojuegos, internet, etc, el susodicho podra meditar de sobre sus actos.

Kishiria dijo...

Si caramba, ojalá y mis papás me hubieran castigado así...

Reflexiones post-pandemia

Uno quiere vivir hechos históricos pero no de este tipo. Nos encontramos en medio de una pandemia que se veía venir, pero como, siempre, se ...