En mayor o menor grado, todos tenemos miedo al fracaso, a no ser lo suficientemente buenos en lo que hacemos, a hacer algo mal, a equivocarse, a no ser la persona adecuada, en este mundo, en que lo que se espera de las personas es cada vez más, la sombra del fracaso, el solo temor, puede causar ansiedad, depresión o transtornos peores.
El caso más reciente es el de el futbolista de la Bundesliga Robert Enke, quien puso fin a su vida al saltar delante de un tren en movimiento, la carta que llevaba consigo lo dejó aún más claro: ya no podía soportar más.
El portero había militado en el Barcelona y era uno de los candidatos para la selección alemana para sudáfrica, sin embargo, padecía fuertes depresiones y aunque recibía tratamiento médico, su esposa admitió que no estaba resultando, por lo que se veía obligado a mentir y decir que todo iba bien para no perder a su hijita adoptiva de 8 meses.
La situación se volvió más grave cuando el entrenador del Bayern de Munich declaró que "enke no le interesaba" para ser guardameta del equipo, algo a lo que Enke era fuerte candidato.
Enke estaba familiarizado con el sufrimiento 3 años antes perdio a su hija por una afección cardiaca y en españa era conocido además por su altruismo con los animales.
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2 comentarios:
Hace varios años lei en un libro de sicologia para principiantes (de divulgacion, no lei a Freud), que existen "perfeccionistas desanimados".
Son personas que cuando tienen que hacer algo, lo imaginan perfecto, se imaginan a si mismos haciendolo y se dan cuenta de que nunca podran hacerlo perfecto.
Terminan sin hacer nada y pasan por la vida con una imagen de dejadez y valemadrismo muy alejada de su verdadero potencial.
Dices bien, cuando una persona se ve sometida a las exigencias de la sociedad y se cree el cuento de la perfeccion, termina haciendose daño.
Es cierto, es una manera de predisponerse al fracaso, las justificaciones son las mismas: "quiero ser escritor pero no lo haré hasta que sea capaz de escribir algo realmente bueno"
"pues si tengo el perfil para ese trabajo pero no creo tener la calidad que buscan"
el cuemto de la perfeccion nos lo inculcan desde un principio, por eso existen los dieces perfectos y el cuadro de honor... más que motivar, desaniman
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